Inicio » Destacados, Noticias

#Ellas cuentan mucho: Marisol e Isabel “Ruton”, un ejemplo de sororidad, optimismo y coraje

Enviado por en 5 marzo, 2020 – 12:32

“Si todos nos diéramos cuenta de que el bien común, la colaboración y las sinergias nos favorecen a todos, nos iría mucho mejor.”

Desde hace unos años, la palabra sororidad ha irrumpido con tanta fuerza en las conversaciones que la RAE la incluyó en el Diccionario de la Lengua en el año 2018. El término, en su acepción segunda, alude a la relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento; sin embargo, si la Academia conociera a las herederas de Ruton, es muy probable que añadiera una nueva acepción a las tres con que ya cuenta el vocablo: sororidad. 4.f. Implicación y compromiso de las hermanas González Martín al frente de Comercial Lozoyuela

¿Sois de Lozoyuela?

(Isabel) Crecimos en El Berrueco; nuestro padre siempre se dedicó a la venta ambulante, y cuando construyeron el pantano vino a El Berrueco porque era un buen sitio para trabajar, pero cuando acabaron la presa, pensó que en Lozoyuela había más expectativas de público. Además, aquí tenía alquilado un pajar que era su almacén, y que fue la base del negocio. Desde entonces, podemos decir que somos de aquí.

(Marisol añade) Mi padre siempre pensó que Lozoyuela estaba en el centro de todo. Y yo lo digo: Vivo en el corazón del mundo, con muy buen acceso a todos los sitios.

¿Cómo se pasa de un pajar a Comercial Lozoyuela?

(Marisol) Como todo, es fruto de un sueño. Mi padre quería tener un almacén, y aquel primer pajar se convirtió en un almacén grande. De ahí a la tienda era un paso natural. La gente lo demandaba. La nuestra siempre fue una empresa familiar y el negocio fue pasando en cascada por todos los hermanos, pero ellos lo fueron dejando y ahora lo gestionamos todo nosotras, que somos las pequeñas. Abrimos la tienda en el 2004.

¿Y cómo ha cambiado el negocio con vosotras?

(Isabel) Los cambios no son fáciles. Las empresas familiares tienen su parte positiva pero también sus inconvenientes. En este momento estamos en un punto de inflexión y replanteamiento necesario, con lo que sé, con lo que me gusta y respecto a aquellas cosas que ya no funcionan.

(Marisol) Siempre intentas hacer lo mejor, y eso implica permanentes cambios; cuando piensas que lo tienes todo compacto, tienes que volver a cambiar. Es un trabajo permanente, porque siempre hay que ajustarse a los tiempos, sí o sí. Por ejemplo, nosotras montamos la tienda, porque había que cambiar y hacer algo más que venta ambulante, pero la ubicación de la tienda, a pesar de ser Lozoyuela un sitio pequeño, no favorece la venta porque no está en la calle principal. Entonces, ¿cómo lo resolvemos?: pues nosotras vamos a donde están los clientes. Todavía no hemos dado el salto a la venta online, pero trabajamos por wasap, por correo electrónico, los clientes nos llaman, nos hacen encargos y vamos allí donde nos reclaman, hacemos mucha publicidad y damos nuestro servicio a domicilio; además estamos en todos los mercadillos del entorno y allí nuestros clientes nos encargan todo lo que necesitan.

Vosotras os movéis en un sector duro, que es el de la venta ambulante, ¿sentís diferencia de trato por el hecho de ser mujeres?

(Isabel responde con rotundidad) Sí. A mí al principio me costaba, pero con el tiempo vas a aprendiendo a poner freno a muchas situaciones incómodas o violentas. Intentas dar un trato profesional y que todos los clientes se sientan a gusto, pero el problema de las mujeres en los mercadillos es que no vas acompañada de un hombre, y todavía hay quien se piensan superior por el hecho de ser hombre.

Pero nosotras somos unas fieras, Marisol bromea y añade: Hemos aprendido a quejarnos y a no dejarnos pisar. Lo que ocurre es que la esencia está en la cabeza. Nos han llegado a preguntar: «Pero si no viene tu hermano, quién va a conducir el camión».

¿Qué medidas creéis que podrían desarrollarse para hacer de Lozoyuela un enclave empresarial de primer orden en la zona?

Con buena voluntad se pueden hacer muchas cosas. Ahora que este Ayuntamiento es muy participativo, se debería permitir la señalización de todos los comercios y, también, la organización de más ferias municipales, que van muy bien; también hace tiempo hubo una asociación de empresarios; si todos nos diéramos cuenta de que el bien común, la colaboración y las sinergias nos favorecen a todos, nos iría mucho mejor. Nosotras nos movemos desde Lozoya y El Molar hasta el Rincón, Riaza y Ayllón, y a cualquiera que nos pregunta siempre le recomendamos que vengan a los comercios de Lozoyuela. Pero también hay un problema de vivienda. Hace falta infraestructura de vivienda y de locales, siempre teniendo presente, claro, dónde estamos.

¿Qué consejos le daríais a una mujer, a cualquiera, que quiera emprender?

(Isabel) Que hagan lo que les gusta y que todo es posible.

(Marisol) Y que tengan muy presentes que las metas poco a poco se van haciendo; que los proyectos se van consolidando, se van cumpliendo fases, y nunca se echen atrás —De cero a cien no pasas en un instante, añade Isabel—; y, sobre todo, que siempre se pregunte bien todo. No pasa nada por decir: “No me he enterado, me lo vuelves a explicar”, porque si no, lo acaba pagando uno.

 

 

Comercial Lozoyuela. Paseo de Velázquez, 14. 28752 Lozoyuela. Tel.: 91 86946 94.

Isabel:  Tel. /wsp.: 606 630 412 isalozo@yahoo.es.

Marisol: Tel. /wsp.: 619 345 460 marisolruton@gmail.com